top of page
Buscar
  • Juan José Huertas

¿Y si no?


He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y SI NO, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.

- Dn. 3:17-18

Los amigos de Daniel : Sadrac, Mesac y Abed Nego , argumentaron esto ante la amenaza inminente de Nabucodonosor de ejecutarlos en el horno de fuego. Aunque la fe de ellos no flaqueó y, pese a que decidieron ser fieles a Dios, tuvieron que atravesar un momento de prueba y adversidad. En base a esta declaracion de estos hombres, quiero destacar que la fe de ellos no era pura presunción o especulación, sino que su fe estaba basada en la SOBERANÍA DE DIOS.

Estaban seguros de que Dios podía hacer cualquier cosa en favor de ellos de manera prodigiosa, ya que ellos habían optado por ser fieles a Dios; asimismo creían que Dios por esa fidelidad de ellos les correspondería en fidelidad. Pero aunque ellos están creyendo que Dios puede hacer cualquier cosa prodigiosa a su favor, podemos apreciar un detalle en esta declaración, donde vemos el enfoque correcto de la fe y la actitud humilde. Dicen: DIOS PUEDE librarnos--------------FE .....Y SI NO--------------------HUMILDAD En otras palabras, ellos están diciendo: Dios PUEDE hacer cualquier cosa prodigiosa en favor de sus hijos pero "Y SI NO" lo hace, porque ÉL es soberano, nosotros lo aceptaremos y seguiremos SIENDO FIELES. Hoy, en un contexto donde se ha mal entendido el ejercicio de la fe, donde han surgido malas enseñanzas y distorsiones de la fe, como la metafísica en la Iglesia, la confesión positiva, la doctrina de la super fe, la falsa prosperidad, etc. La enseñanza para nosotros consiste en ejercer una fe correcta, humilde, no presuntuosa, sino sujeta a la soberanía de Dios, ya que Dios no está obligado a hacer cualquier cosa que nosotros consideremos justa ni esta obligado a responder cualquier petición por el hecho de que somos sus hijos y pese a que caminemos en fidelidad.

Ser hijo de Dios no nos exime de pruebas, adversidades y aflicciones. Por lo tanto, cuando tengamos que atravesarlas, Dios PUEDE obrar en nuestro favor respondiendo a nuestras peticiones; pero ¿Y SI NO? ¿Y si Dios, en su SOBERANÍA, no responde conforme a nuestro criterio o en el momento que deseamos? ¿Y si Dios determinó en su soberanía que nuestra vida terminaría en el horno de fuego? ¿Cuál será nuestra actitud hacia Dios y hacia las circunstancias que nos alcancen?

Más bien nuestra fe debe de sujetarse a la SOBERANÍA DIVINA y cuando solicitamos el favor de Dios, declarar tras nuestra petición: "Señor, yo sé que tú puedes hacer cualquier cosa por mí, pero sea conforme a TU VOLUNTAD y no la mía..."Y SI NO" obras como pido, creo y deseo, te seguiré amando y siendo fiel".

Dios responde a sus promesas, pero sus promesas son administradas en base a su soberanía. Dios las administra conforme a su soberana voluntad y no conforme a la nuestra. Si Dios respondiera de forma automática e infalible cuando nosotros pedimos, terminaríamos amando más las promesas de Dios, que al Dios de las promesas. "LA FE SE EJERCE RECONOCIENDO LA SOBERANÍA DE DIOS".

Juan José Huertas

(Profesor, SBF ESP)


166 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page